Pero, ¿y qué quería que hiciera?, ¡tenía solo siete años!
El sillón era rojo, rojo vino, y tenía siempre el olor de Don Ramón, pues ahí hacía de las suyas, conmigo, me acorralaba a base de juegos mentales, era similar a tener un pacto con el diablo, una vez que entrabas al juego no podías salir, y si salías que bueno porque te iba a atrapar de nuevo.
Después.
_Baja a comer. ¿No me oyes? ¡Baja a comer!_
_No tengo hambre abuela, gracias._
_Pero si llevas sin comer desde ayer ¿qué es lo que te molesta hijito?_
_No me gusta la bulla de toda la gente que anda por ahí en la cocina_
_Te equivocas, no hay nadie aquí más que yo.
_ ¡Opa!, pero claro que sí, es más, ¿quieres que te diga la historia que acabo de enterarme mientras oía el barullo ese de mi abuelo y sus amigos allí abajo?
_Pero, sabes que no me gustan esas historias, deben ser puros chismes hijito, ni me los cuentes ¿Qué quieres que haga?
Entonces.
_ ¿Por qué estás llorando abuela? Perdóname, ahora bajo.
_Ven aquí abuelita, ¿por qué estás llorando?
_No es nada mijito, perdóname, me acordé de tu abuelo, nada más.
Unas historias después, sal, que el tiempo no para.
Después.
_Baja a comer. ¿No me oyes? ¡Baja a comer!_
_No tengo hambre abuela, gracias._
_Pero si llevas sin comer desde ayer ¿qué es lo que te molesta hijito?_
_No me gusta la bulla de toda la gente que anda por ahí en la cocina_
_Te equivocas, no hay nadie aquí más que yo.
_ ¡Opa!, pero claro que sí, es más, ¿quieres que te diga la historia que acabo de enterarme mientras oía el barullo ese de mi abuelo y sus amigos allí abajo?
_Pero, sabes que no me gustan esas historias, deben ser puros chismes hijito, ni me los cuentes ¿Qué quieres que haga?
Entonces.
_ ¿Por qué estás llorando abuela? Perdóname, ahora bajo.
_Ven aquí abuelita, ¿por qué estás llorando?
_No es nada mijito, perdóname, me acordé de tu abuelo, nada más.
Unas historias después, sal, que el tiempo no para.
tenes que contarme mas a fondo esta historia por favor, conste! queda pendiente para ese pocillo que tomaremos!
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