domingo, 25 de enero de 2009

01:06

Bajó a la cocina, había pasado la media noche hace más de una hora, empezaría a soñar con un vaso de leche fría y orgánica. Abrió la puerta del refrigerador y salieron entonces más de diez voces aborígenes cantando en coro, sorprendiendo y gustando, un coro aborígen en su frigorífico, ¿que más podía encontrar?
De pronto una rama sonaba a la par del viento, pero no había árboles y la casa entera dormía, era un pasaje en realidad, la historia de una cucaracha adentrándose en un refugio de cartón y maíz contaminados. Un cortometraje de medio minuto en la alacena, desapareció. La cucaracha no quería más suspenso así que volvió a callar.
Esta vez se escuchó un festival de canto coral, que incluía desde voces gregorianas de la estufa, tenores bien preparados en el refrigerador y sopranos en la chillante puerta de la cocina.
En el dormitorio, buscaba la pijama, pero que sorpresa al descubrir a los abrigos de su madre presentando una exquisita danza interpretativa, excelentemente ejecutada y con honores para un pesado abrigo de peluche que se movía con la finura necesaria.
El aliento se le había ido con tantas obras magníficas, fue al baño y tomó el cepillo de dientes, enseguida la pasta dental salió disparada, pero no era blanca, era azul cielo y de mil colores más, su dentadura quedó increíble, tanto arte le había provocado un fuerte insomnio, pero ya era hora de dormir, ya eran más de las 3 de la mañana y no dejaría al sol pudrir las obras que encontró.

domingo, 4 de enero de 2009

Color amarillo

¡Claro que es una sinfonía!
el andar de los consumidores, las gangas de los comerciantes, las risas de los niños en sus inocentes juegos, una guitarra de vez en cuando,
¡claro que es una obra maestra!,
las flores despampanantes, las frutas de colores vivaces e inimaginables, juguetes de plástico, objetos sencillos pero maravillosos en esencia, la ropa puesta y para vender, de todos estilos y formas,
¡claro que es un perfume magnífico!,
el olor penetrante en la naturaleza de las flores y el olor exquisito de las frutas y las verduras y hasta las imitaciones de perfumes artificiales completan la creación única que se encuentra sólo en un lugar, ¡claro que son los mercados de México!

Obra magistral (Salma)