lunes, 23 de febrero de 2009

Cartas del Emir

Viajé al oriente medio, pero fue por necesidad, me hacía falta un poco de papel de baño, en el camino mis pies pasaron por un leve rigor mortis, nada que un buen masaje no arreglara, luego dejé las puertas abiertas, todo el harem a la intemperie de esa banda de beduinos criminales, pero no todo fueron hechos inoportunos, mezclé mi té al salir del harem y me supo a tí, después, ya en el oasis: un destello, un chispazo de la vox populli salió a relucir, uno de esos que casi nunca se dan, pero que la comedia y la sincronización celestial conocen tan bien.

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